Cuando el cielo esté gris, acuérdate de cuando lo viste profundamente azul.
Cuando sientas frío, piensa en un radiante sol que ya te ha calentado.
Cuando sufras una derrota, acuérdate de tus triunfos y de tus logros.
Cuando necesites amor, revive tus experiencias de afecto y ternura.
Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.
Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos que te han dado, los paisajes que has
disfrutado y las risas que de ti han brotado.
Si esto has tenido, lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a
ganar.
Alégrate por lo bueno que tengas y por lo bueno de los demás, acéptalos tal cual son;
desecha los recuerdos tristes y dolorosos, y sobre todo no tengas ningún rencor, no te
lastimes más.
Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.
Recorre tu vida, detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas
otra vez. Visualiza aquel atardecer que te emocionó.
Revive esa caricia espontanea que se te dió.
Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive bien.
Allí en tu mente estan guardadas todas las imagenes; ¡Y sólo tú decides cuáles has de
volver a mirar!
No hay carga que se nos dé y no tengamos la capacidad de llevar.
Busca siempre vivir el presente aprendiendo del pasado, no cargues con situaciones y
problemas que ya han pasado.
Piensa en esto:
¿Cuál era tu mayor problema hace 10 años?
Probablemente ahora no sea nada.
Ahora, si dentro de 10 años tus problemas actuales no van a ser nada, ¿Por qué vivir
tristes por ello?
Madre Teresa de Calcuta
3 comentarios:
Preciosos pensamientos. Personas tan grandes como ella deben ser fuente de inspiración para vivir la vida. A veces nos cegamos con las cosas materiales y no vemos lo aténtico de la vida.
Un abrazo.
Muy hermosas palabras, siempre debemos recordarla.
Saludos.
Que sabias palabras, comparte cada una de sus palabra.
Un abrazo
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