Todos los seres humanos al ser concebidos recibimos el primer Don de Dios que es la
dignidad y de ella somos responsables hasta el final de nuestra vida, algunos la
preservan, otros la subastan al mejor postor, se venden y se entregan a intereses
bastardos, humillando y corrompiendo, ofendiendo y aplastando los derechos de los
demás.
La dignidad es la piedra angular de todo ser humano, sin ella nuestro barco navega sin
brújula y sin destino alguno, tener dignidad es reconocer el derecho de todos los seres
humanos a una vida digna, a la educación, al amor, al respeto, a la libertad, pues no
importando nacionalidad, raza o color todos tenemos el derecho de vivir.
Es la dignidad humana el último reducto de la propia libertad, el ser humano puede
someterse a las peores humillaciones, es más, a perderlo todo, si salva su dignidad se
mantendrá en pie para siempre, tener dignidad es tener respeto a sí mismo, a sus
valores y creencias; por dignidad muchos seres humanos se han ganado el derecho a la
inmortalidad, digno es aquél que se siente ofendido cuando le piden que renuncie a sus
principios fundamentales y no importando las consecuencias lucha hasta el final por
defenderlos.
Digno es aquel que ama sobre todas las cosas su propia integridad y ya podrán bajarlo
a los infiernos mismos pero nunca renunciará a su propio respeto, al amor a sí mismo,
a su nación, a sus padres, al amor a Dios que le dio el primer soplo de vida y con ello la
conciencia de ser hijo del creador, obra magistral, llamada a cumplir principios
fundamentales: Tener dignidad es morir con la conciencia tranquila, por que salvamos
el alma y nos da derecho a ser hijos de Dios.
Miguel Ángel Cornejo
7 comentarios:
Muy buena reflexión. Aún en los peores momentos la dignidad tiene que existir.
Muy buena entrada.
Nada debe impedir que vivamos con dignidad.
Muy lindo tu fondo navideño!
Besos
Como dijo el Che:
“Mas vale morir de pie que vivir de rodillas”
Besos Nelita.
que lindos arreglos navideños, siempre tus publicaciones me llenan el alma, a veces cuando uno quiere y pelea por su dignidad en este mundo que todo parece negociable, lo hacen sentir un bicho raro,a veces hasta ridiculo, pero lamentablemente o por suerte uno es como es, y aunque lo pague con creces salirse de la manada tampoco uno puede cambiar, muchos cariños...Silvina
De acuerdo contigo Nelita. No hay nada como el respeto hacia nosotros mismos. Si supieramos respetarnos, respetaríamos a los demás. Un abrazo y Feliz Navidad.
ES CIERTO LA DIGNIDAD DE LA PERSONA ESTA ANTE TODO.-
HAS PUESTO NELITA UN TEMA MUY IMPORTANTE.-
UN GRAN ABRAZO
Siempre,nunca lo olvidemos que la dignidad de una persona hay que respetarla..Una bellísima entrada.Gracias por compartir.Con cariño Victoria
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