El éxito muchas veces no tiene nada que ver con lo que la
gente imagina.
No se debe a los títulos que tienes, sean estos de nobleza o
académicos.
Ni a la sangre heredada o la escuela donde estudiaste.
No se debe a las dimensiones de tu casa ni el número de
coches que guardas en tu garaje. Ni aun si estos son ultimo modelo.
No se trata si eres jefe o subordinado.
Ni si escalaste la posición siguiente en tu organización o
si continúas en la ignorada base de la misma. No se trata si eres miembro
prominente de clubes sociales o si sales en las páginas de los periódicos.
No tiene que ver con el poder que ejerces, o si eres un buen
administrador; si te expresas bien, o si luces te siguen cuando lo haces.
No es la tecnología que empleas, por brillante y avanzada
que esta sea.
No se debe a la ropa que usas o si disfrutas de un tiempo
compartido, o bien si pones después de tu nombre las deslumbrantes siglas que definen
tu estatus social.
No se trata si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si
eres atractivo, joven o viejo.
Se debe a cuanta gente te sonríe, a cuanta amas y cuantos
admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.
Se trata de si te recuerdan cuando te vas.
Se refiere a cuanta gente ayudas, a cuantas evitas dañar y
si guardas o no algún rencor en tu corazón.
Se trata si en tus triunfos incluiste también tus sueños.
Si no amarraste tu propio éxito en la desdicha ajena, y si
tus logros no hieren a tus semejantes.
Es acerca de tu inclusión con los otros, no de tu control
sobre las personas; de tu apertura hacia los demás y no de tu simulación para
con ellos.
Se trata de si usaste tu cabeza tanto como tu corazón: si
fuiste egoísta o generoso, si amaste la naturaleza y a los niños y si te
preocupaste por los ancianos.
Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de
escuchar y tu valor sobre la conducta ajena.
No es acerca de transmitir todo, sino cuantos te creen, de
si eres feliz o finges estarlo.
Se trata del equilibrio, de la justicia, del bien ser que
conduce al bien tener y al bien estar.
Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y
tu deseo de ser más. No de tener más.
Lo que ocurre es que
no todos ignoramos las mismas cosas”
Albert Einstein
“No importa cuantas
veces caíste, si cada vez te volviste a levantar. El éxito en la vida no
consiste en la prisa de correr, sino de llegar”
5 comentarios:
Hola Nelita
Me encantó tu entrada.
Muchas gracias por pasar por mi blog y espero que disfrutes mucho de tus vacaciones.
El éxito, al igual que la felcidad, está dentro nuestro...solo hay que saber reconocerlo.
Mil besos y FELIZ DIA DEL AMIGO!
Hola Nelita
Me encantó tu entrada.
Muchas gracias por pasar por mi blog y espero que disfrutes mucho de tus vacaciones.
El éxito, al igual que la felcidad, está dentro nuestro...solo hay que saber reconocerlo.
Mil besos y FELIZ DIA DEL AMIGO!
Tienes razon, el exito se basa en nuestra manera de ser, nuestra personalidad y si eres mas sencillo,si eres mas amable y respetuso con los demas, tu vida sera diferente y todo lo que te propongas saldra mucho mejor de lo que esperasbas.
Tu eres exitoso si logras probarte a ti mismo que si puedes hacer todo lo que te propongas...saludos
Muy bonito y de palabras inteligentes. La vida es cuestión de tener claros nuestros objetivos y actuar con sabiduría.....después el éxito llegará.
Un saludo
www.elexitoenvida.com
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