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Historias de unas Manos


Me contaron hace unos días la historia de un niño sincero y atrevido. Un buen día Oscar, en un arrebato de honestidad le dijo a su madre: "Mamá, eres hermosa...". La madre no pudo menos que enternecerse y sonreír dulcemente. Pero el hijo, pasados unos segundos, añadió: "pero tus manos son tan feas..."

Pocos días después Oscar conocería la historia de esas manos: Hace tiempo dormía profundamente un niño. De pronto se encendió el mosquitero de la cuna y las llamas amenazaron la vida del bebé. La sirvienta corrió despavorida, mas la madre heroica y decidida, dominó el fuego a manotazos, salvando de las llamas a su hijo. Y sus manos del color de armiño quedaron sin piedad carbonizadas. Cuando al final las vendas le quitaron, sus manos por el fuego deformadas le quedaron.

El pequeño escuchaba a su padre sin pestañear. Cuando terminó el relato, Oscar, con lágrimas en los ojos, corrió hacia su madre, y le dijo entre sollozos: "No hay manos cual las tuyas en el mundo, madre".

¿Cuántas historias semejantes permanecen ocultas? Sin embargo nunca faltarán niños o adultos atrevidos, sin pelos en la lengua. Por ello cada día leemos o escuchamos comentarios y críticas de todos los gustos y colores. Detestamos las manos feas, o el comportamiento de fulanito o menganita.

Oscar nunca más se quejará antes de conocer los motivos de tal o cual acontecimiento. Esta pequeña historia podría enseñarnos a desterrar de nuestra vida el famoso: piensa mal y acertarás.

¡Con cuánta facilidad se derrama por doquier el veneno de la difamación y calumnia! Y en muchas ocasiones sin fundamento o seguridad alguna. Después llegan los lloriqueos, las quejas y excusas: yo pensaba, había leído, me parecía que.... Pero ya es tarde. El veneno mortal de la crítica ha corroído y destruido la fama del prójimo. Todos le apuntan con el dedo. Le cierran el paso o le desprecian.

Ojalá se agradeciera y premiara con más frecuencia a tantos y tantos héroes desconocidos como la madre de Oscar. La historia suele dejar en el tintero a estos héroes. ¡Cuántas sorpresas nos llevaríamos! Se descubrirían las hazañas y méritos de muchas personas que han sido blanco continuo de nuestras críticas.

Te encontrarías en el índice de ese libro: mamás que se desviven por sus hijos por puro amor desinteresado, sin recibir nada a cambio; políticos, soldados, misioneros, amigos y enemigos. Algún día no muy lejano todos ellos recibirán su recompensa.



4 comentarios:

Juan Francisco dijo...

¡Que verdad mas grande Nelita! pero es algo que a pesar de saberlo tod@s, pocas veces lo tenemos en cuenta. De todas formas, leerlo te purifica un poco el corazón. Gracias por ofrecérnoslo. Un fuerte abrazo. Juan.

silvina soul dijo...

tambien habla de una belleza o cualidad mas halla de lo exterior,esas manos seguramente son mucho mas hermosas que las de una mujer que se pasa el dia limandose las uñas y no hace nada por los demas, muy lindo mensaje,cariños...Silvina

Anónimo dijo...

Lindo texto!
Bjs.

Nelita dijo...

A Juan, Silvina y Fatima gracias por vuestro comentarios realmente me siento muy acompañada con la opinión de todos uds.
Cariños Nelita

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