Subscribe:

LíDER




Muriendo mi vida ahogado en rutina,
la prisa cortaba mi tiempo y mi cuerpo;
esos compromisos que me habían impuesto
mutilaban parte de mi voluntad.
Los días eran todos mucho muy iguales,
también los lugares que debía habitar.
Las horas marcaban mis actividades
y nunca había cambios para mejorar.

Muy frecuentemente, dormía en el trabajo,
tal vez por abulia o fatiga mental,
pero despertaba por las pesadillas
como si viviera un infierno mortal.
Pero ocurrió un día que, estando despierto,
mucho muy despierto, me puse a soñar;
soñar cosas lindas, lindas y muy grandes
que en ese momento no podía alcanzar.

Eso fue grandioso, realmente agradable
porque ya hacía tiempo, tal vez desde niño,
que olvidé mis sueños y olvidé soñar.
Lo disfruté mucho y me sentí vivo,
como que los sueños me hacían despertar,
dejé de ser zombi, regresé a la vida
cuando al fin, despierto, volvía yo a soñar.

Después de algún tiempo de forjar mis sueños
sentí que un vacío me empezó a apresar
pues mi sueños se iban lejos de mis manos
y mis manos iban hacia otro lugar.
De esto no se trata, no me sonó justo;
ahora tenía sueños pero nada más;
de que servía ahora el tener los sueños
si seguía haciendo lo mismo, no más.

Después ¡ Ah, que alivio!, me pude enterar
que los sueños, todos, sin quitar ninguno,
si me lo propongo, los puedo lograr.
Pues soñar es bello, pero es más aún,
saber que los sueños puedes realizar;
si los tienes claros y luchas por ellos
el tiempo se encarga de hacer lo demás.

¡Oh Dios mío! que bello, que bello es saber
que mis sueños, todos, los puedo tener,
trabajando fuerte y teniendo fe,
no hay nada imposible, todo puede ser.

Así viví un tiempo, logrando mis sueños,
yendo, uno tras otro consiguiendo, en pos;
eso fue tremendo, realmente grandioso;
creí que en la vida era lo mejor.

No obstante la vida me dio una sorpresa,
algo aún más grande, algo superior
y es que no bastaba con lograr mis sueños
pues podía hacer algo todavía mejor:
ayudar a otros a lograr sus sueños
y si no los tienen, hacerles notar
que pueden tenerlos… y después lograrlos
y que con mi ayuda pudieran contar.

Luchar por los sueños de tus semejantes
cual si fueran tuyos, con seguridad;
lograr que se sientan aún más humanos,
eso si que es grande, muy grande en verdad.
Grande es tener sueños; realizarlos más,
pero hacer que otros también los consigan,
eso es ser un líder, líder de verdad.



   Poema:  “Líder”
                                    Autor:   Francisco J. Olmedo Meza
                                  Libro: Tú puedes, también.

3 comentarios:

Claudia dijo...

HOLA Nelita:
en el primer aniversario de Nuestra Santisima Madre, he dejado un pequeño recuerdo para ti.
Un afectuoso saludo y muchas gracias.

Paco Alonso dijo...

Después te tantas auroras y derivas he vuelto ha descubrir tu alma en tus bellas letras.
Gracias por compartir.
Un cálido abrazo.

Vaeneria dijo...

Hermoso e inspirador. Me encantó! Gracias por compartirlo.
Saludos :)

Seguidores