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Sigue los dictados de tu corazón 3º Parte


SABER ADAPTARSE

Te adaptas o desapareces. Una enseñanza de la vida: Hay que saber adaptarse.

Lo que es cierto hoy, puede no serlo mañana. Lo que ha dado resultados hoy, quizás no los dará mañana. Lo único permanente es el cambio.

Las personas felices no se limitan a asumir el cambio, lo adoptan como una cosa propia. Son las personas que dicen: ¿Para qué iba a querer que los próximos cinco años de mi vida sean exactamente como los cinco pasados?

Cuando cambias tus creencias más íntimas acerca del mundo, tu vida cambia en consonancia con ellas.

Tú no eres tu historia, y además a nadie le importa. Eres un ser humano que tiene una serie de experiencias.

Algunos andan empeñados en que todo el mundo se entere de lo ricos que son, o cuántos títulos ostentan. Si te empeñas en que los demás te crean importante, sufrirás, porque tu felicidad queda en manos ajenas. Déjate de ser importante, es demasiado fatigoso. Tan pronto como prescindas de la necesidad de “ser importante” podrás descansar. Los demás te lo reconocerán aunque no te esfuerces.

LAS CREENCIAS

Entonces ¿De cuál de mis creencias debo prescindir?

De todas las que te atrapan y te hacen infeliz. Si no te sirven de ayuda, ¡fuera con ellas! No porque las juzguemos de equivocadas, sino porque no nos sirven. Para empezar, cuidado con las creencias que se expresan con un “debería”:

Las personas deberían devolver los favores.

La gente debería reconocer mis méritos.

Si llevo bien la casa mi marido debería darse cuenta.

Mis allegados deberían corresponder a mi afecto.

La gente debería ser más considerada.

Las personas deberían ser más agradecidas.

Las creencias del tipo “debería” no sirven, porque la realidad no entiende de “deberías”. Las cosas son como son. Cuando criticas la realidad, ella siempre sale ganando.

Algunas personas no esperan que los demás se comporten de una manera determinada. Eso les permite gozar de una mayor tranquilidad mental. La próxima vez que te enfades procura recordar que no son tanto las personas lo que te irrita como tus propias creencias. Los pensamientos, aunque duelan, no son más que pensamientos. Tú puedes cambiarlos.

3 comentarios:

Franziska dijo...

Las creencias del tipo “debería” no sirven, porque la realidad no entiende de “deberías”. Las cosas son como son.

Completamente de acuerdo en la exposición del tema, el concepto que más me ha hecho reflexionar es el de los "deberían" porque me viene a la imaginación con harta frecuencia cuando me acuerdo de las expectativas que muchas personas no cumplen y aparecen siempre esos por qués que ya veo tendré que ir olvidando. Es decir, que debo hacer las cosas por mi misma y para mí y esa será una manera de no dolerme del egoísmo ajeno ¿he entendido bien?

Saludos muy cordiales de Franziska

Thony Caro dijo...

HOLA NELITA:SIGO CON MI COMPUTADORA EN EL C.T.I., PRESENTO MIS DISCULPAS POR NO ESTAR MAS SEGUIDO EN TU CASA.-
ESPERO A LA BREVEDAD SER PARTICIPE DE TUS ENTREGAS, COMO ASÍ, TAMBIEN DE MIS ENTREGAS QUE SE ESTAN DEMORANDO EN PROYECTARLAS.-
TRATO DE IR A TU ENCUENTRO, A MEDIDA QUE MI TIMEPO ME LO PERMITA.-
GRACIAS POR ESTAR AHÍ.-
MUCHOS BESOS Y LINDA SEMANA.-

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